Un abrazo

Estoy casi seguro que nadie, ni una sola persona podría decir que no ha necesitado de un abrazo, todos en algún momento hemos estado en el suelo y hemos necesitado una mano, que extendida, se muestre ante nosotros para poder salir adelante, algunas veces más que una mano hemos necesitado dos brazos que cubran con su manto de protección nuestras frágiles caídas y que con una palmada nos de la fuerza para tomar aliento y volver con la cabeza en alto a enfrentar la vida.

Muchas otras (generalmente en mi caso) uno aprende que caerse no es el fin del mundo y que aunque te cueste levantarte, lo único que tienes que hacer es tragarte las lágrimas, darle la mejor cara a las malas situaciones, y no esperar a que alguien se de cuenta de como te sientes, así como de no esperar a que te tiendan la mano y te digan aquí estoy, apoyate estaré aquí para que no te caigas.

 En estos días en los que el tiempo sobra y que las ideas dan vueltas como remolino en mi cabeza que, dejé de lado el blog, sentía que lo que en algún momento me llenó, ahora solo me valía para darme cuenta que un desahogo por escrito no aliviaría las heridas que provocan las caidas.

El tiempo ayuda, y me hizo ver también que me tomé muy enserio eso que dice, «trata a los demás como quieres que ellos te traten», pero tratarlos como quiero que me traten ciertas veces puede dar resultados muy poco favorables, y hasta un punto incomprensibles, si te respeto me respetas, si te trato con cariño lo mal interpretas, si te digo cosas para que no te sientas mal, tu indiferencia sale a la luz, y si te tomo en serio te burlas creyendo que son simples bromas mias.

Ahora solo tengo ganas de un abrazo, un abrazo real, un abrazo sin palabras, que transmita todo lo que necesito para no sentirme como un niño al que abandonan porque no tienen como mantener, un abrazo a veces es tan facil decir, «si las cosas tenían que ser así, y eso te va a hacer más fuerte» como se supone que se puede ser más fuerte si en el momento que se necesita ver la luz, te cubren con un manto los ojos y te tratas de parar y no ves la forma.

Aún sigo necesitando el abrazo, mañana seguramente mi cara no lo demuestre o vuelva a poner la cara feliz, y aparentar que todo anda bien, y nadie notará que lo que nunca está de más es mostrar apoyo, jamás he pedido que extiendan los brazos hacia mi, pero las veces que lo han hecho sentí que el miedo desaparecía y que el apretón en el corazón se esfumaba.

Solamente una vez con un abrazo, sentí que se rompía y el llanto afloró, pero esas eran otras circunstancias y un alejamiento inevitable, pero los abrazos liberadores son los que me gustan más.

La siguiente canción creo que describe un poco lo que siento o mejor dicho como es que soy.
Cara Valente -Maria Rita

El no se puede entregar y ahora va a tener que pagar con el corazón//
él se puede acostumbrar a vivir solito//
Él no es feliz y siempre dice que es del tipo de «hombre valiente»//
ese chico se siente protegido escondiendose detrás de su cara de villano//

~ por renatto24 en septiembre 21, 2008.

Una respuesta to “Un abrazo”

  1. Me gusto 🙂 … sigue escribiendo 😉 … Jhonatan

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